Estos días se están viendo muchas publicaciones en redes sociales repitiendo la frase «Las abejas han sido declaradas la especie más importante del planeta». Es necesario divulgar el servicio ambiental impagable que ofrecen las abejas pero esta no parece la forma más idónea ya que que con esos titulares no del todo correctos se puede generar confusión.
Las abejas no son una especie, son una superfamilia (Apoidea) dentro del orden de los himenópteros que comprende unas 25.000 especies de abejas y abejorros en todo el mundo. La abeja doméstica (Apis mellifera) es solo una de las miles de especies que nos rodean. Nuestros ecosistemas cuentan con una enorme variedad de abejas «salvajes» además de muchas otras especies de himenópteros, coleópteros, lepidópteros o dípteros que también cumplen un importantísimo papel polinizando todo tipo de flores. (un ejemplo: polinizadores observados en diez minutos sobre una sola mata de Sedum sediforme)
Todos estos insectos se encuentran en regresión (además de otros miles de artrópodos igual de necesarios por ejemplo por controlar plagas o descomponer materia orgánica) y en ocasiones la prensa y redes sociales pueden dar la impresión de que el único problema es la pérdida de la abeja doméstica o melífera, simplificando demasiado la situación. Es bueno utilizar la imagen de un insecto tan importante y valorado como la abeja melífera para denunciar el impacto de ciertos pesticidas y otras agresiones al medio ambiente ya que así es más sencillo empatizar, pero tampoco debe omitirse sistemáticamente el importante valor del resto de artrópodos esenciales en nuestro entorno y que también se encuentran en declive por los mismos motivos.
Rhodanthidium sticticum y Eucera longicornis
2240 resultados en Google con el mismo titular, exactamente el mismo titular: «Las abejas han sido declaradas la especie más importante del mundo/planeta», traducción literal del debate anual de Earthwatch «the World’s Most Invaluable Species»:
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