En el año 2014 adaptamos esta buhardilla como refugio de murciélagos, realizando unas leves modificaciones que permitieran su entrada. La antigua casa, situada en una escondida aldea prácticamente deshabitada de la Sierra del Segura, (hermoso parque natural junto Cazorla y Las Villas) ha sido ocupada un año después de la intervención.
Se aprecia un murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposideros) descansando colgado del entablado sobre el que se apoyan las tejas. El lugar ya había sido habitado con anterioridad por murciélagos, para que volvieran ha bastado con reforzar la oscuridad y facilitar un par de oberturas eliminando rejillas en alguno de sus ventanucos. Esperamos que cuando suban las temperaturas empleen esta estupenda buhardilla centenaria como paridera. (Muchos de los cortijos y casas abandonadas de la zona son verdaderos paraísos para estos valiosos mamíferos)
Rhinolophus hipposideros
Cualquier cortijo, masía, alquería o caserón abandonado, buhardillas o desvanes oscuro, viejas torres de palomas, bodegas sin uso, y multitud de construcciones tanto antiguas como modernas pueden ser habilitadas para que sirvan de refugio o paridera a diferentes especies de quirópteros cavernícolas (en ocasiones como la del ejemplo de forma muy sencilla).
Las especies de murciélagos que habitan cuevas y espacios similares están muy amenazadas por la destrucción de sus hábitats y otras agresiones directas e indirectas. En muchas ocasiones son tratados como una plaga y son exterminados. Hay que recordar que TODOS LOS MURCIÉLAGOS ESTÁN PROTEGIDOS POR LA LEY (además son grandes controladores de plagas y por tanto su eliminación es perjudicial para todos)
Las fotos están tomadas sin flash, en completo silencio y empleando una luz suave para perjudicar lo mínimo (lo ideal sería luz infrarroja) , aun así es mejor no molestarlos si no es imprescindible. Nunca debemos tocarlos, silbar o dar palmadas para provocar su vuelo, menos todavía durante la hibernación, pues podría provocar su muerte (si despiertan gastan gran parte de sus reservas volviendo a entrar en letargo, pudiendo quedarles insuficientes como para sobrevivir al invierno).